La cortadera (Cortaderia selloana –según su nombre científico) es una planta originaria del sur de Sudámerica, endémica en la región pampeana y en la Patagonia argentina.
También llamada yerba o hierba de las Pampas, en los últimos años se ha puesto de moda y es muy usada en el diseño de parques y jardines. Se elige, en general, cuando se trata de darle al jardín un carácter natural y agreste, y tiene la gran ventaja de que requiere poco mantenimiento.
Según lo que conocemos y lo que se puede ver en Internet, en la Argentina no tiene ninguna connotación particular tener una cortadera en el jardín; pero no en todas partes es igual. En varios lugares de Gran Bretaña, los Estados Unidos y Canadá tener un “pampa grass” plantado en el jardín delantero de la casa tiene un mensaje parcialmente oculto, una especie de contraseña: indica que allí vive una pareja swinger que busca otras parejas con las mismas preferencias.
¿Realidad o mito urbano? No lo sabemos, pero parece ser que esta creencia ha hecho que, en esos países, se redujera la inclusión de esta planta en los diseños, con el objetivo de no crear confusiones.
Pero este no es el verdadero motivo por el cual hay que tener cuidado a la hora de elegir la cortadera. Así como es muy resistente y se adapta bien a diferentes condiciones, también es una especie muy invasora. En España, por ejemplo, está incluida en el Catálogo de Especies Exóticas Invasoras y, por lo tanto, prohibida su venta en todo el país, salvo en Canarias donde sí se permite. Las crónicas cuentan que la especie llegó a España en la década de 1940, cuando la escasez de alimentos de la posguerra obligó a importar cereal de la Argentina, de donde parece que llegaron las semillas mezcladas con el grano. Como la planta es muy resistente, no solo prosperó en las zonas costeras sino que también se fue adaptando al frío y avanzó en zonas que, en principio, no parecían serle favorables.
Más allá de todo esto, lo cierto es que es una planta muy decorativa y que forma unas matas densas, que pueden alcanzar tres metros de altura. Tiene hojas perennes, largas y finas, con bordes muy afilados, y las flores, que salen en verano, forman esos plumeros tan particulares que pueden ser de color beige o rosado. Todas estas virtudes, a las que se suma su resistencia a distintos climas y suelos, hacen que tengamos que tenerla muy en cuenta a la hora de elegir las plantas para nuestro diseño. Para quienes no disponen de espacios amplios, hay una variedad de cortadera enana, la Cortaderia selloana pumila.