Las calabazas de Hokkaido se encuentran entre las más populares de la gastronomía del mundo. Y tiene la particularidad que se puede comer la cáscara y también la pulpa cruda.

La pulpa de la calabaza de Hokkaido tiene aroma a nuez, similar al de las castañas. Además de preparar cremas, guisos, ensaladas, tartas, compotas, mermeladas, pesto de pepitas de calabaza o jugos, la pulpa se puede congelar cruda o conservar agridulce.

La cáscara se puede comer, a diferencia de muchas otras calabazas, porque es suave después de cocinarla y delgada.

El cultivo es relativamente sencillo al tratarse de una planta vigorosa, de crecimiento rápido y adaptable a distintas zonas del país. Prefiere suelos bien abonados, flojos y con buen drenaje. No requiere de tanto riego, de hecho es bastante tolerante a la sequía. Procurá ubicarlo en una zona de la huerta donde pueda avanzar y rastrear, ya que puede extenderse muchos metros.

Época de siembra: fines de invierno a principio de verano.

Las semillas ofrecidas son orgánicas y de alto poder germinativo.

Se puede retirar de lunes a sábados en el vivero, en Cañuelas, o los martes, a las 15.30, en un punto de encuentro en Paternal (muy cerca de Warnes y Chorroarín). También hay envío por correo.

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